Para un escéptico de la política como yo, que a base de ir durante años percibiendo una sensación que tal vez sea errónea, pero que acumula una visión poco alagüeña de lo que demuestran una parte importante de los políticos de nuestro país -aunque sé que los hay muy honrados-, con tantos casos de corrupción abiertos en los juzgados, con el poco interés que percibimos los ciudadanos de que realmente quieren mejorar el país viendo que se llenan los bolsillos a través de los privilegios de ser lo que son, de buscarse cargos por la cara en empresas privadas, sin ningún tipo de examen, oposición, etc. como a los que se tienen que enfrentar el resto de los humanos, de salir de la crisis a costa exclusivamente de nuestras espaldas, etc., etc., etc., he de reconocer sinceramente que de estos pocos casos ejemplares que existen, uno de los más importantes es el del expresidente Adolfo Suárez.
No voy aquí a dar ninguna lección magistral sobre la forma de actuar de este hombre, tanto en el pasado, como después, cuando se retiró de la vida política, por cierto truncada por las malas compañías de envidiosos y gente de poco fiar que en su día le rodearon y que le incitaron a renunciar a su cargo, de un modo elegante, honesto y valiente como era él; sino a recordar exclusivamente que posiblemente no hayamos tenido ni tendremos -por de pronto al día de hoy ningún político actual le llega a su talla- un presidente español que haya provocado tan profundamente una ruptura entre la dictadura pasada y una democracia que se consiguió con mucho esfuerzo, debido sobre todo a él, a su buen hacer y a su perseverancia, y que ahora parece estamos empezando a perder.
Parte de nuestra ilusión, como su vida, se fue con este hombre honesto, que no vivió con opulencia ni abrió cuentas en Suiza, pero que con su esfuerzo y su trabajo nos permitió salir de una dictadura férrea y terrible, que es cierto ya casi agonizaba, pero en la que había todavía muchos intereses y algunos intentos para seguir manteniéndola de por vida, como fue el caso del 23F, donde con un "par" se enfrentó junto con Gutiérrez Mellado, otro hombre honrado, contra la parca oscura del egoísmo, de la rancia España negra y de la incompetencia . Aquellos sí que fueron años importantes, donde el idealismo formaba buena parte de nuestra existencia. Ahora, parece ser, lo que cuenta es la "hucha llena". ¿Que ejemplo están dando nuestros dirigentes a nuestros hijos?. Y pretenderán con sus actos -valiente ironía- obligarles a que sigan las pautas que ellos no cumplen.
Descanse en paz, Sr. Presidente.
blog de esculturas, comentarios y exposiciones realizadas por Antonio Valle Martín
martes, 25 de marzo de 2014
viernes, 21 de marzo de 2014
MITO Y ADORNO PERSONAL EN JOYERÍA
Conferencia: "Mito y Adorno personal en joyería"
ACIS, grupo de Investigación de Mitocrítica
Lugar: Facultad de Filología, edificio D; día 26 de marzo a las 12,00 horas
Sinopsis:
Podemos decir que una joya es todo objeto dotado de un determinado valor, ya sea económico, sentimental, signo de poder o rango social, utilizado para lucir en el cuerpo.
La joyería es una rama de la orfebrería desarrollada por el hombre desde épocas ancestrales. Tenemos pruebas de que hace más de 75.000 años, el Homo Sapiens utilizaba joyas como adorno personal, signo propio del comportamiento humano moderno y capaz de transmitir un significado simbólico entre otros objetos, a través de las joyas, considerándose a estas como un producto de su inteligencia.A lo largo de la historia cualquier material ha servido para fabricar joyas, aunque siempre las joyas más valoradas han sido las realizadas en metales nobles y piedras preciosas.
Conocemos los mitos a través de la transmisión oral y posteriormente a través de las representaciones pictóricas y escultóricas básicamente. Pero nunca los mitos estuvieron siempre representados a lo largo de la historia tan cerca de nosotros y de nuestro propio cuerpo: en las propias joyas.
Desde la prehistoria, las joyas nos están contando el simbolismo que encierran. En cualquier época y en cualquier cultura la joya ha transmitido a través de la representación de formas humanas, animales y vegetales lo que el mito encierra y lo que de ellas se espera: protección, fuerza, poder, etc.
Antonio Valle Martín
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